Lupas / Lámparas de aumento

Lámparas de aumento para Maker

Una lámpara de aumento es una herramienta práctica y versátil. Las aplicaciones típicas se encuentran en la industria, por ejemplo, para comprobar los componentes en la inspección final. Los laboratorios dentales, los estudios de manicura y la mecánica de precisión también utilizan esta herramienta. En el ámbito privado, las lámparas de aumento se utilizan en casa, ya sea para trabajos manuales, artísticos, de joyería, de modelismo o para examinar insectos o minerales. Una vez que se haya acostumbrado a integrar una lámpara de aumento en su trabajo diario, pronto no querrá renunciar a ella. Esta combinación de lupa y lámpara es un producto especial que resulta de gran ayuda, especialmente para trabajos delicados u objetos de filigrana. Los fabricantes aprecian los servicios de una lámpara de aumento cuando, por ejemplo, hay que realizar un trabajo de soldadura fino o encontrar las más finas grietas en una placa de circuito.

Es bueno saber sobre las lámparas de aumento

- Las lámparas de aumento facilitan el trabajo extenuante si tiene que tratar a menudo con objetos pequeños. Ya sea durante el montaje o el desmontaje. Con la combinación de una luz brillante y una lupa, puede trabajar con concentración durante más tiempo. - Hoy en día, sólo se utilizan los modernos LED para la iluminación. Esta fuente de luz puede mostrar todas sus ventajas en el pequeño espacio de instalación: es brillante, duradera, tiene una temperatura de color neutra y ahorra electricidad. Como los LED no generan calor, nunca hay riesgo de que se dañe el objeto iluminado, incluso si se ilumina durante horas, como podría ocurrir en una exposición, por ejemplo. - Existen repuestos o accesorios para la mayoría de las lámparas de aumento. Por ejemplo, puede comprar un soporte de pared o un soporte de mesa para el brazo de sujeción del cabezal de la lupa, o pedir un nuevo cristal de lupa si el antiguo se daña.

¿Qué aumentos proporcionan las lámparas de aumento?

Las lámparas de lupa se diferencian en el diámetro de la lupa, que suele estar entre 100 y 130 mm, pero también en el aumento. La regla no es en absoluto: cuanto mayor sea el aumento, mejor. A medida que aumenta el aumento, el campo de visión utilizable disminuye y se vuelve cada vez más puntual. Si con un factor de aumento de 2 a 3 todavía se tiene una buena visión de todo el objeto bajo la lupa, con un factor de aumento de 10 hay que moverlo al punto exacto detrás de la lupa donde se tenga la mejor visión. Si trabajas a mano alzada, cada sacudida y meneo se multiplica por 10, lo que puede resultar muy agotador a largo plazo. Dependiendo de para qué quiera utilizar su lámpara de aumento, un determinado aumento es el ideal para su campo de aplicación. Para trabajos sencillos que sólo se quieren hacer más cómodos, como soldar, es suficiente un factor de aumento de 1,5 a 2,5 (esto corresponde a 2-6 dioptrías). Los aumentos superiores sólo tienen sentido si hay que realizar trabajos muy delicados o inspeccionar los componentes más pequeños. La fórmula para convertir un número de dioptrías dado en un factor de aumento es: Factor=1+ número de dioptrías x 0,25.

Busque esto cuando compre una lámpara de aumento

En su búsqueda de la lámpara de aumento ideal para usted, encontrará aquí un resumen de las diferencias entre los distintos modelos. Decide tú mismo a qué puntos das prioridad.

• Aumento

Como se ha explicado anteriormente, el aumento que tiene sentido depende de su aplicación preferida.

• Consumo de energía

Con la iluminación LED, apenas hay que preocuparse por el consumo de energía, que suele ser inferior a 10 vatios. Algunas lámparas de lupa ofrecen un control de brillo infinitamente variable.

• Montaje

Los modelos vienen con diferentes articulaciones, longitudes de brazo y opciones de montaje. La mayoría de las lámparas se pueden montar en una mesa o en la pared, otras vienen con un soporte. Considera de antemano la movilidad que necesitas.

• Temperatura de color

La temperatura del color indica el grado de neutralidad de la iluminación. Una temperatura de color de 5500 Kelvin corresponde aproximadamente a la luz solar. Los números Kelvin más bajos hacen que la luz parezca más cálida y los números Kelvin más altos significan una luz más fría. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el ojo se adapta muy rápidamente a la temperatura de color respectiva y, después de unos minutos, la imagen parece de color neutro.